Dos de los más grandes fans de María Félix han construido un salón museo dedicado a "la Doña". En el lugar hay más de cuatro mil fotografías y portadas en las que aparece el rostro de la diva, innumerables joyas y accesorios que usaba el ícono cinematográfico en sus mejores momentos. También se exhiben perfumes y algunos objetos decorativos de la casa original, que fueron vendidas por el heredero de la fortuna Félix. El salón museo está decorado de acuerdo al gusto que tenía María Félix por lo francés: cenefas doradas, muebles de madera con finos acabados, lámparas grandes, pinturas de personajes distinguidos, vitrinas y cómodas muy bien pulidas.